Estepa surgió cuando Guillermo Cameron Mac Lean decidió darle un giro a su carrera de arquitecto para dedicarse a un emprendimiento de mobiliario propio, pero nutriéndolo de un carácter social y una mirada en el cuidado del medio ambiente. Como contaba con pocos recursos, comenzó a investigar y encontró un material al que podía acceder fácilmente y que para los demás era un simple descarte: el cartón. A fuerza de prueba y error, consiguió darle vida nuevamente e ideó las lámparas que hoy son las estrellas de su emprendimiento. Para realizarlas, y en alianzas con ONGs, capacita a personas en situaciones vulnerables, brindándoles un impulso a su vida laboral.
Las luminarias están realizadas de tiras de cartón corrugado, que, contenidas por una matriz que les da forma se van uniendo entre sí con un pegamento vegetal, formando un espiral. “A nivel constructivo, el cartón tiene un encanto estructural por las ondas que se forman y por la manera en que la luz las atraviesa para formar un ambiente que se ve reflejado en las paredes” explica Guillermo.
Hasta llegar al proceso definitivo para construir las lámparas, primero tuvieron que transcurrir horas de pruebas, experimentos para encontrar la manera más efectiva de producirlas. El equipo de Estepa tuvo que poner su ingenio a prueba e incluso debió crear maquinarias y herramientas especialmente diseñadas, ya que las que ofrecía el mercado no se ajustaban a sus necesidades.
Todos los productos de Estepa, además de ser una pieza de diseño, son un mensaje en sí mismo. Cada pieza transmite que con dedicación compromiso y sin resignar calidad se puede encontrar el equilibrio para que nuestras elecciones cotidianas afecten lo menos posible nuestro futuro y el de los demás. Cada uno tiene en sus manos el poder de inclinar la balanza.
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