El cambio climático es una de las causas de la pobreza. Desde hace varios años, la lucha contra la pobreza se enfrenta constantemente a nuevos desafíos debido a los efectos del cambio climático en varias regiones del mundo. La población en los países económicamente menos desarrollados y, en general, personas que viven en la pobreza son los que se ven especialmente afectados por los efectos negativos del calentamiento global.
CONDICIONES AMBIENTALES DEL ÁREA HABITADA:
La pobreza es especialmente frecuente en zonas con un clima desfavorable. En desiertos o altiplanos, por ejemplo, el clima se caracteriza por la escasez de agua y las temperaturas extremas. Las condiciones para el desarrollo económico en estas áreas geográficas son difíciles. Tan solo un ligero cambio en el clima puede dar lugar a que formas tradicionales de subsistencia y/ o incluso de vida se hagan imposibles. Los resultados son la pobreza y la migración.
LA AGRICULTURA:
La pobreza es especialmente frecuente en zonas con un clima desfavorable. En desiertos o altiplanos, por ejemplo, el clima se caracteriza por la escasez de agua y las temperaturas extremas. Las condiciones para el desarrollo económico en estas áreas geográficas son difíciles. Tan solo un ligero cambio en el clima puede dar lugar a que formas tradicionales de subsistencia y/ o incluso de vida se hagan imposibles. Los resultados son la pobreza y la migración.
La pobreza se da también muy frecuentemente en zonas rurales, donde hay muchas personas que viven de la agricultura. En comparación con el sector industrial y de servicios, el cambio climático afecta a la agricultura de manera más intensa y directa.
LA FALTA DE ADAPTACIÓN:
Debido a períodos de sequía más prolongados, en muchas regiones disminuyen las cosechas o se hace necesaria la instalación de sistemas de riego. Un clima más húmedo y temperaturas más elevadas favorecen la aparición de plagas. Tormentas, lluvias torrenciales y otros fenómenos meteorológicos extremos pueden destruir cosechas anuales enteras. De esta manera, los cambios climáticos tienen un impacto directo sobre la subsistencia de la población que depende de la agricultura. Países ricos como Alemania o Estados Unidos pueden hacer frente a estos retos gracias a su poder económico. Sin embargo, en muchos países africanos, asiáticos y sudamericanos, no solo faltan los medios financieros, sino muchas veces también el conocimiento para desarrollar estrategias efectivas para la adaptación al cambio climático.
LA JUSTICIA CLIMÁTICA:
A pesar de que, desde hace unos años, varios países emergentes como China y la India se encuentran entre los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, las emisiones por habitante en los países desarrollados siguen siendo las más elevadas. Esto está relacionado – tal y como expresa el nombre "país industrializado"– con la considerable cantidad de emisiones que producen la industria y el transporte, as como con un elevado consumo energético. De manera que, visto en términos generales, los países desarrollados cargan con la mayor parte de la responsabilidad por el efecto invernadero antropogénico, mientras que las personas en los llamados "países en vías de desarrollo" se ven especialmente afectadas por las consecuencias.
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