Ventajas: Es muy frecuente su uso, es cómoda de utilizar, es flexible (es decir, tú eliges cómo y cuándo viajar), los vehículos tienen gran movilidad y autonomía.
Inconvenientes: En los países no desarrollados apenas hay, está poco estructurada y mal acondicionada. Es costosa, hay atascos, accidentes... Debido a que no disponen de autovías o
autopistas como en los países desarrollados.
Transporte por ferrocarril:
Ventajas: Es óptimo tanto para desplazarse las personas como para el desplazamiento de mercancías.
Rápido, seguro y es económico (no tiene elevados costes en general), se pueden desplazar productos de grandes volúmenes y puede complementarse con el transporte por carretera.
Hay trenes de alta velocidad actualmente (TAV) que ofrecen grandes ventajas para los pasajeros y cargas además de poderse combinar con la velocidad que ofrecen.
Inconvenientes: Es poco flexible (tienen horarios fijos dentro de los que se puede elegir). Además de que las vías y el mantenimiento de las estaciones suponen costes elevados.
Transporte aéreo:
Ventajas: Más adecuado para desplazar personas a largas distancias. Óptimo para el transporte de mercancías ligeras, perecederas o con gran valor, debido a su rapidez y a que son seguros.
Inconvenientes: Es caro, porque consume mucho carburante y necesita bastante mantenimiento.
Suponen un impacto ambiental grande. Los aeropuertos, además exigen grandes espacios para instalarse y suelen encontrarse a las afueras de las ciudades.
Transporte marítimo:
Ventajas: Es la manera idónea de transportar grandes cantidades de mercancía y a bajo precio. Se suele complementar con transporte fluvial.
Inconvenientes: Es muy lento. Las personas apenas lo usan. Las infraestructuras de los puertos son caras y aparte, las rutas son fijas.
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